Comenzamos la etapa ascendiendo para dejar de lado el valle del Najerilla, discurriendo paso a paso por colinas que nos van conduciendo al oeste. En este trayecto, podemos ser testigos de una de las panorámicas más hermosas del Camino a su paso por La Rioja. Los viñedos aquí se expanden hasta chocar con las majestuosas sierras del sur de la Rioja, con la Sierra de la Demanda y el pico San Lorenzo como sus mayores exponentes. Dejando a un lado poblaciones como Azofra u Hormilla, el camino comienza a ganar altitud hasta Cirueña, donde la ubicación en un alto nos permite observar la gran explanada por la cual el Río Oja fluye y en cuyo centro se observa, rodeada de campos de cereal, la población de Santo Domingo de la Calzada. Esta ciudad es una joya del Camino de Santiago. Vinculada al Santo Domingo, natural de Viloria, y a sus obras de construcción sobre la calzada romana; la ciudad nació y creció a partir del Hospital de Peregrinos que fundó el Santo alrededor de la segunda mitad del siglo XII, además de un puente sobre el río Oja para facilitar el paso de los peregrinos.