La superficie total de este tipo de biotopos en La Rioja no es muy grande si excluimos de la definición de zona húmeda los sotos fluviales que aún se conservan en nuestros ríos. La rareza de la laguna de Hervías es aún mayor al situarse en el extremo occidental de su zona de distribución en el Valle del Ebro -en La Rioja Alta-, donde las condiciones climáticas dificultan su conservación. La representación comarcal de estos ecosistemas en La Rioja Alta (y Rioja Alavesa) ha quedado reducida únicamente a las lagunas de Hervías, San Asensio y Laguardia (Álava).

Tanto la rareza como la fragilidad de la laguna de Hervías son razones fundamentales que animaron al Gobierno de La Rioja a promover políticas de conservación específicas y por ello, en abril de 2007 declaró a la laguna de Hervías Área de Interés Singular.

Las zonas húmedas albergan una fauna asociada específica (en especial aves acuáticas, anfibios, insectos, etc.) y son fundamentales para la supervivencia de la fauna del entorno, sobretodo en las zonas áridas o semiáridas y en entornos muy humanizados, como es el caso de la Laguna de Hervías. Las especiales condiciones de salinidad del humedal hacen que las comunidades animales presentes en el lugar sean de interés.

Las distintas especies hidrófitas o plantas acuáticas que se encuentran en la Laguna de Hervías son las algas Chara vulgaris y C. Hispida ; Lemna sp. o lenteja de agua, vegetación no enraizada, que vive suspendida o flotando en la superficie de aguas dulces remansadas y otras herbáceas flotantes, entre las que se puede citar el Ranunculus peltatus o hierba lagunera, que presenta pequeñas flores blancas que se desarrollan sobre las aguas someras. Destacan también carrizales encontramos (Typho-Scirpetum tabernaemontani) que soportan una alta salinidad, el carrizo o cañavera (Phragmites australis), acompañado de correhuela (Calystegia sepium) y malvavisco (Althaea officinalis), que ocupan una banda que sigue el canal de drenaje que rodea la laguna.

Las aves acuáticas encuentran en la Laguna de Hervías un interesante hábitat, aunque no existe una gran abundancia de población. Es sobretodo durante el mes de marzo (paso prenupcial) cuando se registra el mayor número de aves migratorias. Según los censos de aves acuáticas realizados en los últimos años, tan sólo se observa una especie nidificante, la polla de agua (Gallinulla chloropus) y tres especies invernantes, ánade friso (Anas strepera), cerceta común (Anas crecca) y ánade real (Anas platyrhnchos).