Las estribaciones del Monte de los Agudos, paraje con un gran predominio de suelos rojizos y arcillosos, nos ofrecen parajes de singular belleza. Dentro de este entorno natural, las balsas de la Degollada ofrecen un refugio a múltiples especies animales y vegetales. El paraje de la Degollada, pese a localizarse en un entorno denominado “El Plano”, cuenta también con una diversidad de barrancos y cárcavas que conforman la Yasa de las Conchas. En este territorio predominan los suelos con una alta salinidad e impermeabilidad, características que condicionan a un suelo que no es fértil para el uso agrícola ni para el desarrollo de ciertas especies vegetales; lo cual ha permitido la conservación de este espacio y el desarrollo del ecosistema de estepa natural propio de esta zona del Valle del Ebro. Los ecosistemas esteparios naturales visibles en la Degollada conforman un verdadero y singular hogar para especies que encuentran su hábitat más óptimo en este espacio. Especies de aves esteparias como el abejaruco, la ganga, la alondra, la cogujada o el alcaraván encuentran un refugio en estas balsas. Cabe destacar este espacio como uno de los puntos de nidificación de aves palustres más destacados en la región; siendo el entorno preferido de especies singulares como la garza imperial, el zampullín cuellinegro o el aguilucho lagunero. A su vez, anfibios como el sapo de espuelas y el sapo corredor; o reptiles como los lagartos ocelados y las lagartijas colilargas, pueden observarse en torno al humedal. El sendero transita por las zonas de balsa, pero también se integra en ecosistemas nuevos formados a raíz de múltiples labores de repoblación con pino carrasco que se realizaron en el territorio a mediados del siglo XX. Estos pinares suponen también el refugio de numerosas especies como el corzo, el jabalí, la ardilla, el cuco o el búho chico.